La inflación se basa en promedios ponderados de índices, construidos sobre los precios de los bienes y servicios, los índices más utilizados en la ponderación de los fenómenos inflacionarios, son los de los precios de consumo, los de precios al por mayor y el deflactor del producto nacional bruto (P.N.B). Adicionalmente el índice de precios al consumidor, mide las variaciones de precios, sobre manera en la cesta de compras, y se ponderan según su importancia en el orden de consumo de una familia, media representativa en un mes, que se denota cómo base, esto se acumula de mes en mes, hasta concretar el año, una vez denotados los índices, para medir las variaciones de los precios, surge la cuestión de: Como valorar la importancia de un proceso inflacionista.
La inflación de costes, en sus diversas modalidades aparece a menudo considerada, como un proceso que en su génesis es esencialmente social y adicionalmente político; dado que los precios, no sólo se dan por las leyes de mercado (sobremanera por la de la oferta y demanda), sino en muchos casos por el equilibrio de fuerzas entre los grupos contendientes (asociación de empresarios, monopolios, sindicatos de trabajadores, etc). El mercado responde con efectos sobremanera microeconómicos, se produce en este tipo de inflación, un crecimiento en los precios de los factores productivos, que demandan los empresarios, cómo (mano de obra, materias primas,etc), otro efecto es el crecimiento en los precios de los bienes y servicios de consumo, incluso a un ritmo superior al de los factores de producción.
La inflación de costes, se encuentra intrínsecamente ligada, a los aumentos de las materias primas, la productividad decreciente, la subida de los precios del crudo, así cómo la de los salarios, en esta situación la curva de la oferta agregada, se desplaza hacia arriba. Este tipo de inflación (de costes), se da principalmente cuándo la remuneración de los factores productivos es superior a la productividad de los mismos.
Cuándo existe un incremento en el nivel de precios, el productor típico, recibirá un valor crematístico mayor por sus bienes, y cómo la mayoría de sus costes de producción son fijos ó rígidos, optará por aumentar su producción.
Esta relación de inflación de costes que deriva en muchos casos en estanflación, es un fenómeno que se da principalmente en economías mixtas, donde las sociedades generan mecanismos institucionales y políticas públicas activas, cómo subsidios de desempleo, salarios mínimos, segmentación del mercado laboral, que hacen, que eventualmente la economía de una nación, reaccione de forma simétrica a la teoría.
Para Samuelson P. (premio nobel de economía en 1970), los programas económicos relevantes para contrarrestar la estanflación ya sea producida por la inflación principalmente por el lado de los costes, así también pudiendo ser producida por una expansión monetaria, ó por una expansión crediticia bancaria sin respaldo en el ahorro voluntario, estos programas para Samuelson son: La flexibilidad laboral, la fiscalidad empresarial incentivadora, la defensa de la competencia, la cadena distributiva comercial menos rígida e intervenida.
Se puede también producir un fenómeno de demanda de dinero con alta liquidez, ocultando la transferencia a precios de tal exceso de liquidez, esto más las necesidades de financiación de los sectores productivos, de casi todo el mundo, permite absorber la inmensa cuantía de liquidez, que las autoridades monetarias de países prestamistas, colocan en el mercado a disposición de la mayor parte de agentes económicos, impidiendo en primera instancia, tensiones inflacionistas que de cierto ocurrirían en un futuro.
La tasa de inflación, no sólo depende de la oferta de dinero, sino también de la demanda del mismo, y del nivel de producto en relación a su importe, la inflación consecuentemente, está interrelacionada a la expansión monetaria.
Se puede inferir que la inflación de costes, tiene su origen, sobre los precios de los costes de producción independientemente de los factores de la demanda, relación intrínseca, en un fenómeno provocado por alzas autónomas de los costes de producción, con independencia de la demanda global, implica ceteris paribus, que los precios de los bienes y servicios producidos, se determinan a partir de los precios de los factores que intervienen en el proceso productivo.
Los intentos según Kalecki M. de los diversos grupos sociales, por mejorar sus niveles de renta y las reacciones en cadena de los diversos agentes económicos, convierten el proceso distributivo en una pugna, cuyo resultado es la inflación.
Los procesos de inexistencia de mercados de competencia perfecta, y por tanto oligopolísticos, cómo responsables de la obtención de beneficios extraordinarios a costa de los precios, procesos que no desembocaría en inflación, si no fuese por una política económica permisiva, debido principalmente a que una restricción de la cantidad de dinero, actuaría más sobre las cantidades, que sobre los precios, situando el dilema de: Contribuir al sostenimiento de la demanda ó aceptar una ralentización de actividad, y el consiguiente paro ó desempleo, lo que desembocaría en un estancamiento económico, a la vez que persiste el aumento de los precios de muchos bienes y servicios, y en un aumento en menor grado de los salarios, hecho que se denomina: Estanflación.
Tranquilli C.A.
Nov-2017.
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